Cuando las paredes de las aulas empiezan a quebrarse

La tecnología, que ha logrado expandirse por medio de la globalización, principalmente, ha sido acogida por diversos sectores y la educación no ha sido la excepción. Hoy en día nos encontramos frente a la posibilidad de una educación multiespacial y multitemporal, como plantea María Amor Pérez, en la lque os maestros y/o los adultos no son las únicas fuentes de conocimiento.

Esta nueva generación, que nace con el chip de la tecnología incorporado, ante alguna inquietud no espera hasta el día siguiente para preguntar sino que empieza a bucear en el mar de la Internet para obtener alguna respuesta. Las escuelas jerarquizada y plenamente estructurada se van derrumbando para darle paso a una nueva forma de enseñar: la educación virtual, es decir, una educación on-line donde el contacto humano es nulo y las vías de diálogo y retroalimentación adquieren otras herramientas de comunicación.

¿Reemplazará la educación virtual a la manera tradicional de aprender? Pregunta que muchos se hacen y pocos se atreven a responder. Realizando un análisis superficial en primera instancia, podríamos llegar a una respuesta afirmativa. Rodeados de chats para hacer trabajos, de foros, de aulas virtuales desde donde bajamos la información de clase, de matrículas y publicaciones de notas, son solo algunas de las características que involucra la educación virtual. Poco a poco, y a medida que uno va creciendo se va sumergiendo en este mundo y si no echemos un vistazo a las universidades (ver Educación virtual PUCP) que ofrecen programas a distancia, que basan su aprendizaje en un programa virtual, rompiendo de esta manera los límites de tiempo y espacio, haciendo más fácil que, por ejemplo, personas con gran carga laboral, puedan organizar sus tiempos de la mejor manera.

No obstante y desde mi punto de vista, la educación virtual no suplantará del todo al modelo educacional tradicional con el que hoy contamos, ya que la formación de sujetos críticos con capacidad de creación, como planteó el pedagogo brasileño, Paulo Freire, solo se podrá dar con una retroalimentación adecuada. Si bien hoy en día Internet nos da esa posibilidad, es importante el contacto y la sociabilización física en los primeros años de vida. Para formar personas con capacidad de análisis es importante estar en estrecha relación con el docente, el cual no debe actuar como un libro de conocimientos, sino como un orientador frente a las nuevas TICs. La educación virtual hallará su nicho en la educación superior, principalmente, y en algunos otros lugares alejados donde la educación escolar se vea imposibilitada (ver Educación Secundaria a Distancia Rural).

Estamos en un proceso de transición, de cambio, en el que todavía no terminamos de adaptarnos pero que poco a poco, y sin darnos cuenta, nos vamos sumergiendo (ver video sobre opiniones). Los profesores deben evitar que nos ahoguemos en este mar de información y aprendamos a nadar en lo que la red nos brinda siendo siempre alumnos receptores y emisores críticos.

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