Estos chicos de ahora

Está de más que desde que la televisión llegó a nuestras casas, nuestros estilos de vida fueron cambiando rápidamente. Conforme este electrodoméstico fue masificándose las formas de disfrutarlo también fueron cambiando con lo que ya no existía un televisor por casa en el que toda la familia compartía, sino que con dos o más televisores por casa. Cada quien podía elegir y ver sus programas favoritos, y así poco a poco este entretenimiento se fue individualizando – cabe señalar que desde aquí este entretenimiento empezó a perder vigilancia parental.

Y luego la llegada del cable local, y las computadoras con internet, producto de esta globalización de doble filo, han hecho que los medios poco a poco sean una vorágine de fuentes de información de todo lugar, rompiendo con el orden cultural de lo que los niños debían aprender de acuerdo a su edad.
Hoy nuestras generaciones absorben con mayor rapidez y sensibilidad las cosas, y están tan expuestas a tantos medios que con una mala orientación sobre lo que es o no correcto, pues su forma de crear conocimiento podría ser no la adecuada con tanto bombardeo de información que reciben tan precozmente.

Las instituciones enseñan educación sexual entre 3ro y 4to de primaria, sin embargo el ‘sexo’ está explícito en la mayoría de dibujos, películas o hasta géneros musicales como el reggaetón.
No es extraño que mientras que en los colegios enseñen los órganos reproductores, los niños ya sepan ‘bailar pegado’, qué es un choque y fuga, y hasta cómo ponerse un condón. El baile ‘perreo’ es producto de este aprendizaje precoz.

Y estos jóvenes que todo aprenden de lo que ven, forman una buena parte de esa audiencia que le da de comer a quienes ponen basura en los medios, sea todo por el rating, lo comercial, “lo que quiere el pueblo” – un desagradable círculo vicioso.

Estoy de acuerdo con Barbero, en que las escuelas de hoy deben de prepararse para reaccionar respecto a este fenómeno, enseñándoles a discernir lo que correcto y no, de la información que reciben los jóvenes de hoy, pues el imponer el aprendizaje a la antigua no hará cosa peor que incitarlos a seguir recepcionando lo que los medios emiten, pues es imposible escapar de ellos, están en todos lados (y es más aún cuando los futuros ciudadanos se verán obligados a interactuar con ellos).

Pero yo no creo que este discernimiento deba esperarse hasta que el chico ingrese a la escuela. Los niños de hoy entran a una, ya sabiendo usar una computadora con internet, y un iPod (una prueba de esto es lo que los medios sugieren como regalos ideales para los bebés, como lo muestra la revista 'Sala de Espera').

Entonces creo que las familias y los centros de educación inicial deben ser también quienes vigilen las cosas que perciben los niños en su etapa de descubrimiento. En esa edad se desarrolla el 50% del cerebro humano, y obviar la premisa de que a esa edad no se lograrán contaminar de tanta basura de los medios es tomar una postura ingenua del aprendizaje de los niños pre-escolar.