Reflexión de un nativo-migrante

(Quien no quiera leer mi "interesantísima vida" y pasar de frente al comentario, pase al sgte párrafo)

Testimonio:
Nacido a finales de los 90s, hasta mis 13 años, leer, ver televisión, y escuchar radio, eran mis actividades más usuales y aunque ya empezaba a ir a las viejas cabinas de internet, era sólo para investigar cosas que quería para el colegio.
Ese mismo año empezó a masificarse el internet y por fin tuve mi primera computadora con internet (para esto ya tenía mi primer correo electrónico). Sin darme cuenta poco a poco empecé a hacerme adicto al Messenger, al e-mail, a los juegos en red tipo starcraft, ages y otros; aprendí a descargar música, aprendí a buscar lo que sea que exista en el internet cuando salió Google, y sin darme cuenta también dejé la devoción que sentía por leer libros y novelas, veía menos tv y perdí el hábito de escuchar música en la radio.
Hoy leo lo que necesito leer sea para investigar, tareas o por curiosidad de algo, pero leo más de lo que leía antes cuando chateo, veo noticias, artículos y curiosidades en internet; no me entero de la nueva música de moda, pero descargo las canciones que sé que van a gustarme; y también descargo los videojuegos que quiero cuando quiero.

Reflexión sobre la realidad:
No me considero un nativo, sino un híbrido semi-bilingüe que se dejó llevar por la evolución tecnológica, y ahora que he leído esta lectura veo las cosas con más panorama. Veo como mi hermanita se corre de mi madre cuando esta le exige leer novelas, (ella solo para en el msn, el ares, el facebook, mientras que escucha música y habla por teléfono con sus amigos) mientras que por otra parte mi madre no tiene el hábito de explorar las curiosidades del internet, y sólo se limita a revisar su correo- que por cierto tiene más de 3000- porque se frustra de marearse de tantas ventanas, y me termina llamando para que la ayude a buscar cosas o pagar cuentas por internet.

Mediante este testimonio quisiera señalar esa “singularidad” que Piscitello señala como brecha generacional marcada por las tecnologías que nos hacen alfabetos digitales o no.
Así como mi madre no tendrá el gusto y la curiosidad por afanarse y adoptar los hábitos de usar los TICs, mi hermana tampoco tendrá el mismo orden metódico para devorarse libros como cuando mi madre era niña.

Los chicos de ahora se resisten a la enseñanza tradicional, que para su ritmo de vida acelerado les es lenta y poco entretenida. El principal problema es que los profesores inmigrantes enseñan en otro lenguaje a los nuevos alumnos nativos. Es más fácil que los viejos inmigrantes se familiaricen con las NTICs y adquieran actitudes y formas de sentir frente a estas comparto la idea de que será bien difícil hacer que los profesores cumplan con esta exigencia, al menos en este país en que los profesores viejos con aversión al cambio, o esos que no son muy bien estimulados con el salario ¿Con qué gracia les exigimos ponerse al día con estas nuevas tecnologías? He aquí un problema que no creo poder resolverlo yo. Sólo queda esperar a que poco a poco terminen de crecer los profesores nativos para que se enseñe en el mismo lenguaje.

Los que sabemos del problema...
Creo que quienes hemos visto este problema (o quienes hemos leído o sabemos de él), debemos poner nuestro granito de arena y ayudar a todos los que necesiten saber usar y convivir con estas tecnologías. Yo por mi parte, trato que mi madre se familiarice con estas tecnologías para que sea más independiente, y oriento a mi hermana enseñándole cómo se le debe dar un buen uso a estas para aprender. Quienes somos el puente entre esta brecha, pues ayudemos a conectar ambas generaciones.